Hace mil años se comenzó a construir el centro urbano más
importante de su época: Túcume, edificado por la nación que hoy llamamos Sicán
o Lambayeque, este impresionante sitio arqueológico se ubica a 33 kilómetros al
norte de la moderna ciudad de Chiclayo, en la parte baja del valle de La Leche,
enclavado en un bosque de viejos algarrobales y un clima tropical.
Túcume fue fundado por Naymlap, héroe mítico que vino del
mar en una flota de barcos, con su corte, servidumbre y fuerza militar. Se
adentró en el valle y organizó en la periferia de la nación Moche un estado
poderoso que fue capaz de movilizar por centurias a grandes cantidades de
campesinos para la construcción de colosales palacios y extensas ciudades
sagradas. Túcume está formado por 26 pirámides y decenas de edificios más
pequeños, todos reunidos en torno al Cerro la Raya, un enorme hito pétreo en la
inmensurable llanura que es ese fértil valle norteño
Las investigaciones científicas llevadas a cabo por los
arqueólogos (especialmente Alfredo Narváez) permiten postular que las pirámides
fueron palacios residenciales que habitaron una elite aristocrática que se
dedicó principalmente a la agricultura, convirtiendo al valle de La Leche en el
mayor complejo hidráulico de la costa.
Las pirámides, construidas en adobe, están formadas por
depósitos, patios y habitaciones, estas últimas ornamentadas con relieves y
pinturas murales. La circulación interna estaba garantizada por un sistema de
rampas (para subir de un nivel a otro) y corredores. Además de los recintos
propios del culto, la administración o el reposo, estaban las áreas de cocina,
en donde se ha encontrado restos de la dieta cotidiana del Tucumano de hace
diez siglos.
Construcción de dimensiones colosales, fue creciendo a lo
largo de quinientos años, desde la época Lambayeque (la más temprana, año 1,000
a.C.), pensando por la época Chimú (1375-1470 d.C.) y finalmente la Inca. A lo
largo de generaciones y nuevos gobernantes, Huaca Larga fue creciendo en alto,
largo y ancho, rellenando viejas habitaciones formando de este modo nuevas
plataformas sobre las que se construía nuevos cuartos, pasadizos o rampas.
En la parte central y más alta de Huaca Larga destaca una
construcción de la época Inca (1470-1532), llamada el Templo de la Piedra
Sagrada. Las excavaciones arqueológicas permitieron descubrir el fardo
funerario de un gobernante Tucumano, ataviado con sus insignias
características. El arqueólogo Narváez (su investigador) cree que fue el curaca
principal de esa urbe pocos años antes de la llegada de los españoles (1532).
Se le enterró bajo el piso del templo, flanqueado por dos hombres y 19 mujeres en
un recinto contiguo. Todas ellas eran de tierna edad y evidencian signos de
haber sido sacrificadas. Por el ajuar que las acompaña, se cree que fueron
expertas artesanas. La gran cantidad de ofrendas en este templo, como son
figurinas de plata en miniatura, camélidos, caracoles y conchas sagradas (mullu
- spondylus sp. -), estas últimas traídas desde los mares del Ecuador, nos
hablan de la gran importancia. De la
Cultura norteña.
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